El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.
Un buen estilo es como el rayo de luz que entra por la ventana mientras yo escribo, y que debe su claridad pura a la emoción continua de los siete colores que le componen.
Sólo llegará a adquirir el señorío de la forma el que comience por ser esclavo de ella.
Dos cosas hacen perfecto al estilo, lo material de las palabras y lo formal de los pensamientos, de ambas eminencias se adecua su perfección.
Decir lo que sentimos; sentir lo que decimos; concordar las palabras con la vida.
No hay más aliñado que el desaliño consciente.
El estilo no es una cosa voluntaria y ésta es la invalidación y la inutilidad —relativas— de todas las reglas. El estilo es una resultante fisiológica.
Uno encuentra su estilo cuando no puede hacerlo de otra.
Decir lo que sentimos; sentir lo que decimos; concordar las palabras con la vida.