Pasma ver dónde llega la soberbia humana cuando la alimenta el más pequeño éxito.
Nuestro éxito no está asegurado por nuestro propio mérito, sino que depende mucho de la gente que combate a nuestro lado.
No se llega a obtener el éxito sin que la delicadeza del alma saque algunas heridas en la lucha.
Saber que le fracaso es fatalidad y el éxito oportunidad; el destino está controlado por alguien, ése es el conocimiento del sabio.
De los primeros pasos depende en toda la empresa el éxito final.
La mejor obra es la que se realiza sin las impaciencias del éxito inmediato.
La mayor parte de los fracasos vienen por querer adelantarlos al éxito.
La corona del éxito todo lo perdona, porque a juicio de Dios es la buena fortuna.
La corona del éxito todo lo perdona, porque a juicio de Dios es la buena fortuna.