Ningún hombre puede ser feliz sino por comparación.
Podemos ser felices en la medida en que sabemos olvidar.
El fin de la vida es conseguir la felicidad para, una vez conseguida, esforzarse inmediatamente en perderla.
Felicidad no es necesitar de ella.
Hay ciertas formas de felicidad que nos matan antes que poderlas compartir.
Quienes busquen la felicidad, no dejen de hallar castigo.
La escasa felicidad que es posible esperar en este mundo, es por haber hecho el mayor bien y el menor mal posibles.
La vida nos enseña que no podemos ser felices sino con el precio de cierta ignorancia.
Aunque sea injustificada, la felicidad es un privilegio.