Los príncipes deben vivir como viven en las alturas los dioses; que dan generosamente a quienes se acercan a honrarlos.
El aspecto placer de un acto generoso es el mayor placer de un espíritu elevado.
De todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada.
El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna.
La mejor manera de hacerse recordar es mostrando un corazón generoso.
La generosidad no necesita salario; se paga a sí misma.
La edad en que todo se reparte e incluso se da generosamente es la edad en que nada se tiene.
La generosidad, consiste menos en dar mucho que en darla a tiempo.
De todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada.