Por mí no se vertió ni una gota de sangre ni a familia alguna hice derramar lágrimas, ni he vejado ni oprimido a nadie.
En nuestro aprendizaje corremos los riesgos de los que ninguna nación del globo se ha librado en la infancia de la civilización.
Busco, como único bien de la existencia, un gobierno respetado y de moralidad.
Estoy a favor de un gobierno que sea vigorosamente frugal y sencillo.
Los gobiernos son velas; el pueblo, el viento; el Estado, la nave, y el tiempo, el mar.
Todos los gobiernos mueren por la exageración de su principio.
Para gobernar mejor, debería gobernarse menos.
Pocos hombres son llamados para gobernar ciudades e imperios, mas cada cual está obligado a gobernar sabia y prudentemente su familia y su casa.
Pocos hombres son llamados para gobernar ciudades e imperios, mas cada cual está obligado a gobernar sabia y prudentemente su familia y su casa.