La historia de los grandes acontecimientos del mundo apenas es más que la historia de sus crímenes.
Pues si hemos de tener una guerra por cada nueva ley, que en una guerra se resuelvan todas.
La condición más injusta de las guerras es que todos se adjudican la victoria y la derrota se imputa a uno solo.
Entre la astucia y la desconfianza siempre hay guerra; cuando solamente existe la guerra, hay que prepararla despacio.
La guerra no resulta tan onerosa como la esclavitud.
Las guerras son beneficiosas, a condición de no hacerlas.
El oro y las riquezas son las causas principales de las guerras.
Las guerras giran en torno a la economía.
Las armas se deben conservar para el último lugar, donde y cuando los otros remedios no basten.