En el matrimonio feliz no hay sitio para la neurosis.
Hay pocas mujeres tan perfectas que no hagan arrepentirse a sus maridos de haberse casado, por lo menos una vez al día.
Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.
Casamiento de parientes, tiene mil inconvenientes.
El motivo de que tan poco matrimonio sea feliz estriba en el hecho de que las damiselas dedican más tiempo a hacer redes que jaulas.
La mejor energía del hombre se manifiesta con su trabajo intelectual, como sucede con la mujer con sus actos cotidianos y su carácter.
Cuando un marido y una mujer se comprenden, sólo el diablo sabe quién comprende a quién.
Conozco a centenares de maridos que serían felices de volver al hogar si no hubiese una esposa esperándoles.
Los matrimonios son arreglados en el cielo y concertados en la tierra; por eso es tan grande la diferencia, antes y después del matrimonio, como entre el cielo y la tierra.