Una parte de los hombres obra sin pensar; la otra piensa sin obrar.
El hombre ve lo de fuera, Dios el corazón; el hombre considera las obras, Dios pesa las intenciones.
Que piensen como quieran de ti la gente, obra según te parezca justo. Mantente indiferente a la alabanza y al vituperio.
Son pocos los que teniendo juicio, sean a la vez capaces de obrar. El juicio ensancha, pero paraliza; la acción anima, pero limita.
A las buenas obras les pagan con buenas palabras, cuando no hay otra moneda y el deudor está necesitado.
La vida está hecha para obrar, y es tan corta, que si nos obstinamos en razonar cada uno de nuestros pasos, corremos el peligro de quedar inmóviles.
Cualquiera que sea la manera de pensar y obrar, es una mala señal no ser vilipendiado, insultado o amenazado.
La única manera de conminar a los hombres a que hablen bien de nosotros es obrar bien.
No con palabras deseo hacer ilustre mi vida, sino con obras.