No hay nada que esté enteramente en nuestro poder más que nuestros pensamientos.
El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino.
El que no pueda guardar sus pensamientos, jamás sabrá realizar grandes cosas.
Un pensamiento puede ser una cosa excelente; pero la realidad principia en la acción.
Los placeres del pensamiento son un eficaz remedio para las heridas del corazón.
El pensamiento es la primera facultad de hombre, la expresión uno de los primeros atributos, y publicarlo su más estimable libertad.
El pensamiento nos consuela de todo y todo lo remienda; si alguna vez os hace mal, pedidle el remedio de éste y os lo dará.
Los pensamientos son como tapices plegados o arrollados; la conversación los despliega y los pone a la luz del día.
Ciertos pensamientos son oraciones. Hay momentos en que cualquiera que sea la actitud del cuerpo, el alma está de rodillas.