Un estado es más fuerte cuanto más puede consentir en su seno lo que actúa en contra suya.
Las necesidades políticas, al ser satisfechas, redundan muchas veces en equivocaciones políticas.
En la aritmética política, dos y dos no son jamás cuatro.
Las coaliciones son siempre muy pujantes para derribar, pero son siempre impotentes para crear.
Desconfiad del primer movimiento; el primer movimiento siempre es generoso.
Gobernar es pactar; pactar no es ceder.
Desconfío mucho de los gobiernos concebidos entre cábalas y motines.
En los partidos numerosos no es posible que todos se conduzcan con prudencia.
Todos los dogmas, los políticos sobre todo, se imponen generalmente por las esperanzas que hacen nacer y no por los razonamientos que invocan.