El hombre de trabajo siempre halla el sustento y no tiene por qué vender sus principios.
Todos los gobiernos mueren por la exageración de sus principios.
Feliz el hombre que pueda enlazar el final de su vida con el principio.
En las empresas grandes y dudosas, la mayor dificultad está en los principios.
La fuerza material ha de ir acompañada con la de los principios y ésta es la verdadera fuerza de las sociedades humanas.
Cada vez que se remueve un principio se descubre algo que hace vacilar aquel principio considerado inconmovible.
Las multitudes siguen con más facilidad a las ambiciones que las sacrifican que a los principios que las emancipan.
La carencia de pasiones tiene causas y no principios.
Feliz el hombre que pueda enlazar el final de su vida con el principio.