La sabiduría no viene tanto de la inteligencia como del corazón.
Dios espera hasta que el hombre se hace de nuevo niño en la sabiduría.
La sabiduría consiste en perseguir los mejores fines con los mejores medios.
El saber múltiple no enseña la sabiduría.
Para digerir la sabiduría se precisa haberla devorado con apetito.
La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
La sabiduría no es otra cosa que la ciencia de la felicidad.
Sabiduría es conocer lo que debe hacerse; habilidad, saber cómo debe hacerse, y virtud, hacerlo sin dilación.
Saber que se sabe lo que se sabe y saber que no se sabe lo que no se sabe: sabiduría.