La sencillez es una fuerza que vence todas las astucias.
Desde la ingenua sencillez llegamos a una sencillez profunda.
En carácter, en comportamiento, en estilo, en todas las cosas, la suprema excelencia es la sencillez.
La simplicidad siempre está bien.
La mejor fuerza es la simpleza.
El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
La única simplicidad que vale la pena conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
Todo lo que es verdaderamente sabio es simple y claro.
El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.