Hay dos maneras de triunfar: causando compasión o produciendo envidia. Pero la envidia es más duradera, porque el envidioso es más constante.
Para triunfar en la vida, se necesita creer con firmeza en las posibilidades más absurdas.
La filosofía triunfa fácilmente de los males pasados y de los venideros; pero los males presentes triunfan sobre ella.
Siempre he podido comprobar que para triunfar en este mundo hay que tener aspecto de loco y proceder como un sabio.
Aprenden más los pueblos con una derrota que los reyes con triunfo.
No hay triunfador que no sea presa de su triunfo.
Es una cosa bien extraña la felicidad con que los infames creen merecer el triunfo.
Todo triunfo está hecho de tres factores: preparación, espera y oportunidad.
No hay triunfador que no sea presa de su triunfo.