El que acierta a ver los dos aspectos de la cuestión es que no ve nada.
Hay quien cruza el bosque y no ve leña para el fuego.
La mayoría de las personas no quieren ver las cosas como son, sino como se las representan.
Existe un único procedimiento para ver las cosas: verlas por completo.
No vemos más que lo que estamos acostumbrados a ver.
No ven la rosa, pero observan con atención las espinas del tallo.
Ver lo que tenemos delante de nuestras narices requiere una lucha constante.
Tratemos de ver con el corazón.
Existe un único procedimiento para ver las cosas: verlas por completo.